El mundo está cambiando drásticamente y con él la educación.

Las tecnologías están transformando la forma en que vivimos y aprendemos, y todo indica que son nuevos cambios. El nuevo siglo promete nuevas y variables demandas y además necesidades  a los ciudadanos.

¿Qué significa esto para la educación matemática, y en particular para los contenidos que llamamos “básicos” en los aprendizajes de las matemáticas? ¿Cuáles de estos contenidos necesitaran nuestros estudiantes para sacar mejor  provecho de sus vidas y convertirse en ciudadanos y trabajadores competitivos que aporten al progreso de la sociedad?, ¿Cómo emplearemos, las nuevas tecnologías en el aula?, ¿Qué cambios tendrá el currículo con la implementación de las tecnologías en el aula?, como estas preguntas tenemos que hacernos día con día los futuros docentes conforme van pasando los años; además de la transmisión de conocimientos, debemos pensar en cómo desarrollar en los estudiantes competencias, actitudes y valores que les permitan actuar en ambientes abiertos que exigen el aprovechamiento y apropiación de los grandes avances de las tecnologías de la comunicación y de a información.

En la actualidad nos encontramos en un proceso de reforma curricular en los diversos niveles de enseñanza, en el que se reconoce la gran importancia en la formación de los estudiantes haciendo uso de la tecnología, El ministro de la Educación Nacional, comprometido con el mejoramiento de la calidad de la educación y respondiendo de manera efectiva a las necesidades, tendencias y retos actuales de la educación matemática, viene adelantando desde el año 2000, la implementación del proyecto incorporación de nuevas tecnologías al currículo de matemáticas de la Educación Media , con el cual se pretende aprovechar el potencial educativo que brindan las tecnologías computacionales específicamente las calculadoras graficas y algebraicas. 

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