LA EVALUACION

Históricamente el examen aparece en la institución escolar con la finalidad de determinar el rendimiento de los alumnos y de seleccionarlos (rendimiento-selección) para ocupar las distintas funciones de la división del trabajo. Pero fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX, que la psicología científica inauguró el “siglo de la evaluación educacional” con la creación de las pruebas de inteligencia.

Una de las tareas más complejas que tiene el quehacer docente, es sin duda, la evaluación. Su complejidad radica en todos los tipos y modalidades que esta abarca. Desde tiempos muy remotos se lleva a cabo esta actividad, pero es más recientemente que se le ha venido dando más importancia con el fin de mejorar la calidad educativa en nuestro país.

Es importante mencionar que la evaluación implica la comparación entre los objetivos impuestos con los resultados obtenidos, es por ello, que la evaluación adquiere sentido en la medida que comprueba la eficacia y ayuda al perfeccionamiento de la tarea docente. La infinidad de factores que implica la evaluación, nos han llevado a una “cultura de la evaluación”, que no solo se limita a la escuela, sino que también se extiende al resto de las actividades sociales.

En nuestro país, la ampliación del ámbito de la evaluación desde los resultados y procesos del aprendizaje de los alumnos, la práctica docente, el sistema educativo en su conjunto, etc., ha dibujado en los últimos años un nuevo escenario para las prácticas evaluativas, que se han desarrollado a todos los niveles educativos de manera muy importante. Dentro de los distintos niveles educativos, se debe emplear una evaluación que corresponda al nivel intelectual del que lo practica.

APARICIÓN DE LA EVALUACIÓN Y SU APLICACIÓN AL CAMPO EDUCATIVO.

El término evaluación, aparece a partir del proceso de industrialización que se produjo en Estados Unidos a principios de este siglo, que no solo incidió y modificó su organización social y familiar, sino que obligó a los centros educativos a adaptarse a las exigencias del aparato productivo: “” En los primeros años de este siglo, las escuelas eran concebidas como fábricas, los estudiantes como materia prima, y los conceptos educativos del conocimiento, valores y relaciones sociales se reducían a términos  de neutralidad, técnica, y a un razonamiento estricto de medios-fines.

En este marco surge el moderno discurso científico en el campo de la educación, que va a incorporar términos tales como tecnología de la educación, diseño curricular, objetivos del aprendizaje o evaluación educativa.

LA IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN EDUCATIVA.

La evaluación educativa es una actividad compleja, una tarea necesaria y fundamental en la labor docente. Es compleja porque puede evaluarse práctica todo, lo cual  implica aprendizajes, enseñanza, acción docente, contexto físico y educativo, programas, currículo, aspectos institucionales, etc. La actividad de evaluación es ante todo compleja, de comprensión, y reflexión sobre la enseñanza, en la cual al profesor se le debe considerar el protagonista y el responsable principal.

Cualquier docente debe tener una cierta concepción explícita del modo en que se aprende y se enseña, así como una cierta concepción coherente con ésta,  sobre cómo, cuándo, por qué y para qué evaluar, con el fin de asegurarse que sus experiencias educativas produzcan datos positivos. El profesor debe poseer un cierto conocimiento de instrumentos y técnicas para evaluar los aprendizajes de los alumnos. La evaluación es parte integral de una buena enseñanza, no es posible concebir adecuadamente a la enseñanza sin la evaluación.

¿QUÉ ES EVALUAR?

La evaluación la asociamos a mediciones sobre la importancia de las características de un objeto, hecho o situación particular. Sin embargo, la evaluación, se define como ”el proceso que permite determinar en qué grado han sido alcanzados los objetivos educativos propuestos”. La evaluación, incluye actividades de estimación cualitativa o cuantitativa, las cuales se consideran imprescindibles, pero al mismo tiempo, involucra otros factores que van más allá y que en cierto modo la definen.

Evaluar, implica seis aspectos centrales:

1. La demarcación del objeto, situación o nivel de referencia que se ha de evaluar.
2. El uso de determinados criterios para la realización de la evaluación; estos deben tomar como fuente principal las intenciones educativas predefinidas en  la programación del plan de clase.
3. Cierta sistematización mínima necesaria para la obtención de la información.
4. Con base en la obtención de la información a través de la aplicación de las técnicas, la elaboración de una representación lo mas fidedigna posible del objeto de evaluación.
5. La emisión de juicios de naturaleza esencialmente cualitativa sobre lo que hemos evaluado.
6. La toma de decisiones para producir retroalimentación, ajustes y mejoras necesarias y sustantivas de la situación de aprendizaje y/o de la enseñanza.