Sociedades por la Educación en todo el mundo

miércoles, 24 de octubre de 2012

EDUCACIÓN Y DESARROLLO HUMANO



EDUCACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
Desarrollo humano


Hace tiempo leí un artículo llamado “Educación y desarrollo humano” era un muy buen análisis de nuestra realidad social y educativa en torno al concepto de desarrollo humano, que va más allá de tener lo mínimo indispensable para vivir.

Les comparto ahora mi opinión sobre este artículo, en él expreso mi punto de vista sobre el tema. El haberlo realizado me abre un gran panorama sobre el verdadero quehacer de la educación.

Quiero iniciar compartiendo la reflexión final que esta lectura me ha dejado. Como dije antes, es un buen análisis de nuestra realidad educativa en torno a lo que es el desarrollo humano, que a mí me ha llevado a confirmar una vez más lo complejo de la realidad humana. Podría decir que he sentido un poco de cansancio al dedicar gran parte de nuestra vida a analizar la realidad que tenemos frente a nosotros y a la vez experimentar la impotencia ante la propuesta de soluciones adecuadas y pertinentes para lo que vivimos.

Puedo decir que he tomado conciencia de la importancia de mi papel en la educación y en la sociedad en donde me desenvuelvo, sin embargo no siempre es alentador el descubrir una realidad llena en ocasiones de impedimentos más que de peldaños que ayuden a un buen desarrollo humano en la amplitud del concepto.

Quisiera centrar mi atención en las capacidades que menciona la lectura, como necesarias para lograr un adecuado proceso de desarrollo humano. Enumera dos grupos, uno de ellos se refiere a lo que es “la salud, vivienda, vida digna, conocimientos, comunicación”; y el otro grupo habla de la “libertad política, económica, social y cultural, así como oportunidades para desempeñarse, el respeto por sí mismo, el ejercicio pleno de sus derechos humanos, la conciencia de pertenecer a una comunidad”.

Soy consciente de que ambos grupos de condiciones son igualmente necesarios para cada persona, sin embargo, es básico contar con el primero, para que el segundo pueda darse. La verdad es que existe un gran número de personas que carecen de las condiciones indispensables mínimas, en realidad me resulta difícil creerlo porque quizá no tengo la experiencia cercana y mucho menos experiencia propia en ello, pero me refiero a no tener adecuada atención médica, vivienda, alimento, conocimiento, comunicación, etc., no es mi caso, por lo cual el comprender la existencia de realidades así, se vuelve algo difícil. Experimento vergüenza confesar esto, pero es la verdad. Normalmente intento luchar y trabajar porque las personas accedan a la libertad política, a sus derechos humanos, a la formación intelectual necesaria, pero cuando me percato de la carencia de lo más básico como alimento, educación, trabajo, vivienda, experimento un gran desánimo e impotencia, primeramente por la difícil realidad que cada vez se hace más general y también por percibir los problemas de esta gente al querer acceder a ello.

La tarea no corresponde sólo a dirigentes políticas, aunque gran parte es responsabilidad de ellos, sin embargo desde mi punto de vista es una tarea difícil y casi imposible, el que un gobierno pueda resolver  todos los problemas de una nación y más complejo aún me parece el hecho de favorecer un buen desarrollo humano. El discurso político de muchos de nuestros presidentes gira en torno a ello, pero sabemos que hay una gran brecha entre lo que se dice y se hace, con esto no culpo sólo a nuestros dirigentes, sino también a quienes somos actores de la misma realidad, a quienes colaboramos de una u otra manera en ello. El desarrollo humano no consiste sólo en propiciar condiciones, sino en saber encontrarlas y aprovecharlas.

Se considera a la educación como un elemento esencial en el desarrollo humano de una sociedad, pero al realizar un análisis de nuestro sistema educativo nos  percatamos de la existencia de  grandes elementos que explican la razón del por qué nuestro país tiene una multiplicidad de niveles de desarrollo humano. Todos somos conscientes de la gran corrupción que está dentro de nuestra educación. Al parecer ha sido siempre una institución muy manejada y alterada en cuanto a su esencia verdadera. Se ha utilizado como medio de control social, como laboratorio donde se experimentan nuevas teorías, como oportunidad de trabajo fácil, en fin, pero poco se ha visto como lo que es en realidad, como el medio que favorece la adquisición y desarrollo de las capacidades que favorecen el adecuado desarrollo humano de cada persona. Sin embargo no será fácil que cumpla su función, si como dice el texto, quienes están insertos en ella no arreglan primero sus propias dificultades, pues bien sabemos que nadie da lo que no tiene; y cómo educaremos en la libertad, en la autonomía, en los derechos humanos, cuando somos nosotros los primeros que coartamos esas capacidades.

Quizá sea dura en mi expresión, pero es la manera en que lo veo, con todo y esto me siento dispuesta a poner lo que está de mi parte para colaborar en este desarrollo humano, no sólo personal, sino también de aquellos con quienes puedo hacerlo, que en este caso, son mis alumnos.


La educación es un gran medio por el cual se puede incidir en las conciencias y creo que se ha hecho, pero no siempre de la mejor manera. Quien desempeña la labor docente necesita ser un auténtico ser humano y no utilizar el medio que tiene en sus manos para destruir en lugar de ayudar a crecer.


Si todos como personas fuéramos conscientes de la gran tarea que tenemos al educar, no sólo en la escuela, sino en cualquier lugar en que nos encontremos, quizá nuestra realidad sería otra.




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