Es curioso ver como las personas caminamos por el mundo
esperando que un día llegue a nuestras vidas la felicidad, como si se tratara
de un lugar al cual todos desearamos ir, es fácil pensar que cuando cumplamos
nuestros sueños estaremos comprando ese voleto seguro al edén de la felicidad.
Pero ¿qué es felicidad? Es un estado anímico naturalmente
positivo y de bienestar que es el resultado de haber alcanzado una meta deseada,
pero no podemos encasillar nuestra felicidad en ese momento tan fugaz, en el
cual el camino para alcanzarlo fue el logro de una meta, porque luego entonces
que viene después.
Sin duda ese estado tan fugas no debe ser la felicidad en
nuestras vidas, esta no puede ser tan material, tan vana, más bien debe ser un
estado de paz espiritual la que nos proveerá de esa dicha, me explico: alguna vez pensamos el día que
sea madre seré la mujer más feliz y resulta que años después lo eres y te das
cuenta que tu vida sigue siendo la misma, el momento fue fugaz, solo duró
mientras lograbas tu sueño pero después ¿qué necesitaras para ser feliz?
Yo veo la felicidad de otra manera, yo la percibo mediante
la estabilidad y la paz interior que como ser humano soy capaz de transmitir y
vivir, no la baso en un hecho, una acción o alguna cosa, porque como seres
humanos ambiciosos por naturaleza, nunca estamos conformes, siempre queremos más
y el no poder conseguirlo nos trae una desdicha dolorosa, por ejemplo, muchas
veces he escuchado a alguien decir que sin su pareja no tiene sentido su vida, que
no son nada, pienso que uno no puede responsabilizar de la propia felicidad a
los demás, sino que uno mismo debe de se feliz por si solo, es una cuestión
personal e interna, una vez que entiendas como funciona el hecho de no poner tu
felicidad en manos ajenas, sino cuidarla en las tuyas mismas, entenderás que la
felicidad es más de adentro hacia afuera y no al revés, entenderás que es un
don, una dádiva de Dios a tu espíritu y así mismo comprenderás que la felicidad
se asemeja más a la palabra paz, más de lo que tu te imaginas.
Por todo lo anterior es por lo que podemos ver a gente en
apariencia exitosa, con futuros prominentes y una vida envidiable, viviendo inmersos en el vació, solos, infelices y aunque muchos pensamos que la
felicidad la da el dinero y los bienes materiales, pocas veces nos ponemos a
pensar que lo que realmente provoca esta chispa de felicidad en nuestras vidas
no esta en lo material, sino en la actitud que nosotros mismos tenemos ante la
propia vida.
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