Sociedades por la Educación en todo el mundo

viernes, 8 de marzo de 2013

MOTIVACIÓN DOCENTE


El mayor problema de la enseñanza no es deshacernos de las personas que no trabajan en lo que les corresponde dentro de la educación sino que lo principal es fomenta, crear, mantener y motivar  a los maestros  que los lleve cada vez a ser personas capaces de comprender que la educación no es un simple trabajo en el que se consigue dinero  o un trabajo estable sino que es el semillero de una nueva sociedad que se está formando.

Muchas veces se habla de estrategias que pueden ayudar al mejoramiento de las clases dentro del aula, pero si la persona que está al frente del grupo no es capaz de motivarse difícilmente pueden resultar estas estrategias ya que no existe interés de uno de los principales elementos que está dentro del salón de clases. Por tanto es necesario promover el gusto hacia lo que se está haciendo  a través de una forma nueva de ver las cosas y su inclinación a la acción  que generen soluciones que funcionen y perduren para una educación diferente.

Para lograr que el docente encuentre motivación en el campo educativo es necesario poner en práctica algunas orientaciones, sin embargo estas pueden ser poco eficaces si se toman una por una, es necesario combinarlas ya que de esta manera dan mejor resultado. No es una receta de cocina sino una ayuda que puede ser de mucha utilidad para aquellos que han dejado de sentir gusto hacia la docencia o para los que tenemos un recorrido en ella, es decir, para todos.


En primer lugar es importante escuchar la voz interior. En medio de un mundo tan acelerado  que exige cada vez hacer las cosas con mayor rapidez,  descubrimos que siempre hay cosas que hacer, situaciones en que pensar y decisiones que tomar sobre todo dentro del aula y no solo todos los días sino a cada minuto y segundo.  Este ritmo tan acelerado es una parte importante dentro del aula, no obstante, muchas veces se vuelve cansado y eso provoca cansancio y fatiga en los docentes.

Escuchar la voz interior implica que hacer reflexión, es decir, tomar conciencia de lo que se está haciendo y del por qué de las cosas. Es hacer aun lado todo lo que parece urgente y detenerse ante los propios sentimientos y propósitos para conocer lo que hay dentro de la mente y el corazón, ya que si se hace un alto para reflexionar un poco esto llevara hacer cosas mejores. Esta orientación tiene mucho que ver con los valores, fuentes de energía y propósitos personales.

Es de suma importancia hacer una reflexión en la acción, sobre la acción y en relación con la acción, de esta manera existe un equilibrio ya no solo en lo que yo pienso, o siento sino que va más a un nivel más alto de una simple reflexión egocéntrica porque ahora abarca un proceso continuo en la experiencia o prácticas en las que se está participando.

Por otro lado es importante confiar en los proceso y en las personas asumiendo riesgo para lograr una formación estable que involucre a los alumnos y los docentes ya no desde un simple ámbito profesional sino desde algo más personal que haga a los profesores valiosos en toda su persona.

La persona no es un ser que solo se dedique a un trabajo y se relacione con personas desde una superficialidad sino que es una persona capaz de cambiar ese trabajo en una motivación constante de alegría




Referencia 
Fullan M. (1997). Escuela totales, en ¿hay algo por lo que merezca la pena luchar en la escuela?  Recuperado de Antología de Gestión Escolar Sevilla M.C.E.P

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