Sociedades por la Educación en todo el mundo

viernes, 8 de marzo de 2013

la nueva educación en méxico


LA NUEVA EDUCACIÓN EN MÉXICO 


Hablamos de Generar conocimientos para diseñar maquinarias con múltiples funciones que pueden realizar el trabajo de decenas de obreros, pero aún nos mostramos incapaces de desarrollar estrategias para solucionar el desempleo que provoca la incursión de dichas maquinarias en las empresas. Inocentemente admiramos a las personas que aparecen en muchos programas de televisión por su apariencia física, por su elevado estatus económico y hasta por su sentido del humor, olvidando que esos programas están planeados por los grupos dominantes para mantener la ignorancia y la desinformación hacia las problemáticas ambientales, sociales, económicas etc. que están latentes en la vida de los televidentes.
Aceptamos que un político (diputado) en nuestro país gane poco más de 700 pesos por hora argumentando que es lo que se merece por “quemarse las pestañas” en instituciones educativas de renombre, nacionales e internacionales, pero al mismo tiempo somos indiferentes al esfuerzo que realizan los obreros para obtener 6 pesos por cada hora de su trabajo.
Estudiamos en promedio poco más de 18 años en instituciones educativas (Kinder, Primaria, Secundaria, etc.) para obtener un titulo universitario que no siempre refleja los conocimientos y habilidades que el profesionista posee y en el peor de los casos no es garantía de que éste ejerza en pro de cualquier persona y del medio ambiente que lo rodea.
Los anteriores ejemplos son sólo una pequeña muestra de la enorme cantidad de absurdos obvios que repite la humanidad. Aunque no podemos dilucidar completamente los múltiples factores que provocan esta repetición absurda de comportamientos contradictorios, creemos que un primer paso para identificarlos es destacar la estructura institucional que los mantiene, pero que al mismo tiempo puede modificarlos. Dicha estructura es la educación.
Hace varios años el escritor Juan Sánchez Andraka publicó “Un mexicano más”, una brillante novela que destaca cómo la vida de un joven va cambiando por medio de su educación y convirtiéndolo en las contradicciones que tanto criticaba. Al comenzar la novela el autor señala:
“Los adolescentes mexicanos son víctimas del actual proceso educativo que por contradictorio, destruye en ellos la natural aspiración al bien, lanzándolos a las grandes filas de los que sólo buscan en la vida, comer, gozar y mandar.


Los grupos dominantes de ultraderecha a nivel mundial han utilizado todo su poder para alterar la calidad de la educación y con ello su importancia, tan sólo en México para este 2013, habrán desaparecido varias materias (física, geografía, biología, historia de México, etc.) de la educación secundaria, esto es muy lamentable ya que al desaparecer conocimientos, desaparece la posibilidad de relacionarlos, por ejemplo, las leyes de la herencia de Mendel en 1866 fueron comprendidas hasta que se pudieron relacionar con la teoría de la evolución que enunció Darwin en 1859 y a pesar de esto hoy, casi 150 años después de que se publicara “El origen de las especies”, varios grupos de ultraderecha Estadounidenses quieren desaparecer la teoría evolucionista de la educación secundaria norteamericana para sustituirla por la teoría creacionista (Dios creó al hombre y al universo).
Lo anterior es una fuerte invitación como universitarios latinoamericanos a problematizar nuestra educación y la de quienes nos rodean, para hacer evidentes las injusticias y contradicciones que vivimos en nuestros países desde hace varios siglos, esto se traduce en replantear nuestra actitud hacia las instituciones y sus prácticas y nos brinda la oportunidad de resignificarlas porque durante mucho tiempo hemos dejado que estas nos manipulen, ignorando que somos nosotros quienes las mantenemos. Esto no significa que tengamos que destruir o desaparecer a todas las instituciones que hemos creado en siglos de historia, ya que hacerlo de esta manera sólo aumentaría las problemáticas de millones y millones de personas que hemos sido adiestradas por varias generaciones para vivir “en” y “para” las instituciones. Tal vez no se pueda terminar de un solo golpe con las manipulaciones institucionales, pero es posible que las personas aprendan en su formación educativa a identificar las contradicciones del sistema institucional para que poco a poco comiencen a limitar su manipulación. Por ello Bosco (1976) señala que es necesario un sistema de educación que no sólo prepare un individuo para ocupar una posición dentro de una estructura dada, ejerciendo su función de forma ordenada y eficiente con el mínimo de conflictos, sino que forme una persona consciente y crítica a la injusticia institucionalizada.
Por todo lo anterior nosotros creemos que la educación actual, en cualquiera de sus niveles, debe contemplar la posibilidad de conocer y criticar sus contenidos y prácticas para poder vincularlos directamente con las problemáticas ambientales, económicas, políticas, sociales y personales de los estudiantes.

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