EL CEREBRO
Por Laura Helmuth
El cerebro humano es el órgano más elusivo, misterioso y complejo de
nuestro cuerpo. En décadas recientes, la tecnología para generar imágenes del
sistema nervioso y sus componentes ha permitido lograr avances sin precedentes
en la neurociencia. Gracias a ello, ha cambiado la forma en que entendemos el
cerebro y, por consiguiente, cómo nos entendemos a nosotros.
Los primates somos criaturas visuales. Por ello, quizá la mejor forma
para entender el cerebro sea viéndolo con claridad. Ésa ha sido la meta de
muchos científicos desde hace más de un siglo, cuando el español Santiago Ramón
y Cajal comenzó a usar una tintura para distinguir el tejido cerebral y
observar con el microscopio las ramificaciones de las células marcadas; al
respecto, anotó: «Ahí todo era sencillo, claro e inconfundible». Esto se
considera el inicio de la neurociencia moderna.
Desde entonces, los científicos han desarrollado diversos métodos para
determinar las funciones específicas de cada una de las regiones del cerebro
—por ejemplo, las encargadas de procesar la luz, de detectar el peligro o de
producir el habla—. Gracias a estos hallazgos, los investigadores han creado
mapas que explican cómo ciertas regiones del cerebro no adyacentes están
conectadas por largos tramos de proyecciones celulares llamadas axones. Lo que
es más: técnicas recientes han revelado que las neuronas cambian de forma
después de determinada experiencia, y generan, de esta manera, memoria.
A continuación, presentamos catorce imágenes increíbles por su belleza y
peculiaridad, que forman parte del libro Retratos de la mente: visualizando
el cerebro desde la Antigüedad al siglo xxi, de Carl Schoonover,
neurocientífico de la Universidad de Columbia. Esta obra sigue la historia de
la exploración del cerebro en imágenes: desde bocetos antiguos, dibujos
medievales y esquemas de Leonardo da Vinci, hasta Santiago Ramón y Cajal, y las
obtenidas con microscopios, máquinas de resonancia magnética, y otros
instrumentos de alta tecnología.La imagen cerebral ha progresado significativamente, de la anatomía
topográfica pasó a una serie de circuitos complejos. En este primer diagrama
conocido de neurociencia, por Ibn al-Haytham, alrededor del año 1027, están
ilustrados los ojos y los nervios.
El hipocampo y sus densas capas —que resultan cruciales para la memoria—
fue el tema de este dibujo, hecho en 1895 por Joseph Jules Dejerine.
Dibujo de Santiago Ramón y Cajal (1914): una neurona con el cuerpo gordo
entrelazada con otra neurona.
Bajo las condiciones adecuadas, surgen complejos patrones del cerebro.
Una de las nuevas aplicaciones de formación de imágenes por resonancia
magnética sigue el flujo de agua dentro de las células, revelando tractos
neurales que hacen conexiones de larga distancia dentro del cerebro. En esta
imagen del cerebro, las zonas azules van entre la parte superior e inferior;
las rojas, entre derecha e izquierda, y las verdes, entre la parte delantera y
trasera.
El cerebro sigue siendo un misterio, pero los patrones en estas imágenes
—ricas espirales de conexiones neuronales y capas de estructura— alientan a los
científicos a creer que lo pueden descifrar; además, para el espectador común
resulta un deleite apreciar la belleza del cerebro.
Algarabía 102.
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