Sexenio con sexenio escuchamos un sin fin de promesas de los candidatos que esperan llegar a la presidencia prometen una vida mejor, una vida digna, menos pobreza, más empleos, pero poco de lo que dicen realmente llegan a cumplir y es que las ambiciones son muchas, para toda la necesidad gestada a través de tantos años.
En México la promesa de generar empleos es la esperanza de muchos mexicanos que necesitan mantener a sus familias, y escuchamos de nuestros mandatarios que las encuestas de creaciones de empleos están en aumento, vienen a nuestro país las empresas extranjeras y efectivamente generan fuentes de empleo, pero los puestos que ofrecen para los mexicanos son los de maquila, los de mano de obra, los mal pagados, puesto que los puestos mas grandes, los de los grandes empresarios los ocupan los extranjeros, así que efectivamente se generan empleos con salarios raquíticos, pues es más redituable para empresas extranjeras o transnacionales pagar unos cuantos pesos por la mano de obra de un producto que dejara más ganancia una vez que se ponga en el mercado.
Lo que como mexicanos deseamos es ser un país prospero, un México que sea auto suficiente en el que haya igualdad de oportunidades para todos, no un país lleno de profecionistas fracasados y desempleados, con los títulos colgados de la pared y subempleados o empleados en áreas que no tiene mayor relación con sus estudios, queremos que haya suficiente mercado para todos y que la pobreza poco a poco pase a ser algo que alguna vez hubiera existido.
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