LOS AZTECAS: UNA CIVILIZACIÓN GUERRERA

 Fueron un pueblo indígena de filiación náhuatl que tras una larga peregrinación fundó México-Tenochtitlan. Hacia el siglo XV esta ciudad se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos que conoció la Mesoamérica precolombina.

Los mexicas procedían, según parece, de un lugar llamado Aztatlán o Aztlán, que según varias leyendas significa "lugar de garzas", por lo cual se les conoce mejor bajo el nombre de aztatecas o aztecas, aun cuando ellos preferían denominarse culhuas-mexicas. Ellos salieron de su lugar de origen buscando la señal prometida al encontrar un águila devorando una serpiente ese sería el lugar indicado.

Dentro de la civilización Azteca la educación fue importante,  marcaba un carácter obligatorio y con mucha dureza. La enseñanza de los nobles, desarrollada en escuelas especializadas (calmécac), se diferenciaba de la que recibían los macehualtín, los no privilegiados.

La formación de los nobles debía ser más completa, ya que ellos  ocuparían cargos importantes en el ejército y en la administración; eran formados en derecho, historia, astronomía, religión..., pero también en poesía y canto. Era un pueblo orientado hacia la guerra, preocupado por que los jóvenes fueran  formados con conocimientos  y en un sentimiento de unión entre ellos.

En la Ciudad de México-Tenochtitlan tenía un régimen político se integraba de instituciones religiosas, militares y administrativas, que evolucionaban constantemente sobresaliendo una. El fiel cumplimiento de sus leyes mediante una impecable, eficiente y honesta actuación de todo el mecanismo gubernamental y administrativo.

Las altas clases sociales, no constituían élites cerradas y se daba entre ellas gran variación, debido a que se renovaban con la participación del  pueblo así: “todo azteca sin distinción de clase, que demostrara su destreza para el combate, culto, comercio o vocación artística, pasaba a formar parte de la clase guerrera, sacerdotal, comerciante o de la clase de los artistas.

De gran relevancia es el hecho, que para la selección de cualquier servidor público, desde el Tlatoani (gobernante) hasta el último de ellos, los aztecas practicaban la democracia, tomaban muy en cuenta y era requisito el tener las siguientes características personales:

o   Espíritu de servicio

o   Honestidad

o   Capacidad física e intelectual para el puesto a desempeñar

o   No tener vicios

o   Un interés por el mejoramiento de la comunidad.

Una vez llegando, a las leyes que se establecieron dentro de la cultura azteca estas eran muy severas  y las cumplían tratando siempre de dejar un claro ejemplo a la comunidad.

En la cultura antigua los castigos eran diferentes según fuera el delito y el nivel de quien lo cometía. Generalmente el castigo era más para quien había cometido el delito era un funcionario o noble importante.

Existía la pena de muerte para los delitos de asesinato, traición, aborto, violación, robo con fractura y adulterio. En este último caso se procedía a la lapidación si era mujer pero antes era estrangulada. Los guerreros podían escapar de la pena de muerte aceptando un destino permanente en zona fronteriza.

La embriaguez era considerada delito. Sólo era permitida, en algunas circunstancias, para los ancianos y los guerreros profesionales. El castigo podía ser la muerte o el rapado de cabeza, si era la primera vez que alguien cometía esta falta. Había leyes para regular los tratos entre personas, las obligaciones de los comerciantes y las relaciones con otros pueblos.

Los aztecas por medio de sus leyes conservaban sus costumbres. La encargada de dirigir la justicia era el llamado calpullec. Había un tribunal de tres jueces llamado tlacatecatl. Las más importantes fueron las leyes penales que eran en extremo rigurosas.

La ley de los aztecas era muy dura. La pena variaba por dos factores: el delito que se había cometido y quién era su autor, siendo mayor el castigo en caso de tratarse de gente importante.

El emperador azteca era el más poderoso de la sociedad, teniendo decisión  sobre todo, incluyendo las personas. Éste encontraba su principal apoyo en los sacerdotes y guerreros, lo cual hizo posible que creara un imperio de extenso y gran una gran majestuosidad y poderío, en todos los ámbitos.

Por eso fue, y seguirá siendo la civilización más importante de Mesoamérica, la civilización mexica, la que impacto a Hernán Cortez en su expedición y descubrimiento, la que fue uno de los mejores pueblos guerreros, con muchos descubrimientos y un gran legado.