La
Psicomotricidad considera al movimiento como medio de expresión, de
comunicación y de relación del ser humano con los demás, desempeña un papel
importante en el desarrollo armónico de la personalidad, puesto que el niño no
sólo desarrolla sus habilidades motoras si no que le permite integrar las
interacciones a nivel de pensamiento, emociones y socialización.
En
los primeros años de vida, la Psicomotricidad juega un papel muy importante,
porque influye valiosamente en el desarrollo intelectual, afectivo y social del
niño favoreciendo la relación con su entorno y tomando en cuenta las
diferencias individuales, necesidades e intereses de los niños y las niñas.
En
la Psicomotricidad podemos encontrar diferentes áreas que son:
Esquema Corporal: Tiene que ver con el conocimiento y
la relación mental que la persona tiene de su propio cuerpo. El desarrollo de
esta área permite que los niños se identifiquen con su propio cuerpo, que se
expresen a través de él, que lo utilicen como medio de contacto, sirviendo como
base para el desarrollo de otras áreas y el aprendizaje de nociones como
adelante-atrás, adentro-afuera, arriba-abajo ya que están referidas a su propio
cuerpo.
Lateralidad: Es el predominio funcional de un
lado del cuerpo, determinado por la supremacía de un hemisferio cerebral.
Mediante esta área, el niño estará desarrollando las nociones de derecha e
izquierda tomando como referencia su propio cuerpo y fortalecerá la ubicación
como base para el proceso de lectoescritura. Es importante que el niño defina
su lateralidad de manera espontánea y nunca forzada.
Equilibrio: Es considerado como la capacidad de
mantener la estabilidad mientras se realizan diversas actividades motrices.
Esta área se desarrolla a través de una ordenada relación entre el esquema
corporal y el mundo exterior.
Estructuración espacial: Esta área comprende la capacidad que
tiene el niño para mantener la constante localización del propio cuerpo, tanto
en función de la posición de los objetos en el espacio como para colocar esos
objetos en función de su propia posición, comprende también la habilidad para
organizar y disponer los elementos en el espacio, en el tiempo o en ambos a la
vez. Las dificultades en esta área se pueden expresar a través de la escritura
o la confusión entre letras.
Tiempo y Ritmo: Las nociones de tiempo y de ritmo se
elaboran a través de movimientos que implican cierto orden temporal
Motricidad: Está referida al control que el niño
es capaz de ejercer sobre su propio cuerpo.
Motricidad gruesa: Está referida a la coordinación de
movimientos amplios, como: rodar, saltar, caminar, correr, bailar, etc.
Motricidad
fina: Implica movimientos
de mayor precisión que son requeridos especialmente en tareas donde se utilizan
de manera simultanea el ojo, mano, dedos como por ejemplo: rasgar, cortar,
pintar, colorear, enhebrar, escribir, etc.).
Cómo
aplicarlo en el aula:
Creo
que en la medida en que se trabaje con los alumnos y se conozcan, se trabaja de manera más significativa
con ellos viendo el desarrollo de las capacidades.
Realizar actividades que ayuden a los niños a
sacar toda su energía, empezando primero por un baile, después que caminen
rápido y al final más despacio, pedirles enseguida que busquen un lugar en el
que puedan acomodarse y dejar que descansen y se tranquilicen.
Salir con los niños en un área verde en la que reflexionen y vean lo
que les rodea, después caminar, y llevarlos al salón.
Hacer ejercicios de inhalación y exhalación.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.cosasdelainfancia.com/biblioteca-psico-g.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario