No discriminemos...

Un punto de vista sobre nuestros niños indígenas, base cultural de nuestro Estado.

LOS NIÑOS INDÍGENAS.

Los niños indígenas son individuos pertenecientes  a alguna de las minorías étnicas del país, y por lo tanto se podría decir que están en un proceso de maduración física y social. Esto trae consecuencias para los grupos de indígenas ya que muchas veces son discriminados y tratados como menos ante la sociedad.

Los indígenas son considerados como un grupo homogéneo y opuesto al mestizo nacional, pero más que calificarlo de este modo se debería hablar de la diversidad étnica que existe en el país.  Tal diversidad existe aun después de la conquista española hasta nuestros días, esto es muestra de una heterogeneidad.

Las situaciones de los diferentes pueblos en cuanto a lo socioeconómico son distintas ya que algunos van desde sociedades de recolectores hasta las más refinadas y complejas. Sin embargo no por eso tienen que ser criticados ni prejuiciados como seres incapaces de hacer las cosas, atrasados, inhábiles de hablar español, puesto que ellos son grupos sociales con cultura y forma de hablar propias.

Muchas veces se manifiesta en nosotros  actitudes incoherentes debido a que tendemos a mostrar nuestro orgullo nacional ante  algunas cosas que los primeros grupos  indígenas hicieron y que son relevantes, como son los centros ceremoniales y el folklore, mientras que por otro lado tendemos a avergonzarnos de los indígenas que son algo vivo y contemporáneo.

Cuando en una sociedad determinada nace un niño adquiere por lo tanto los mismos derechos de su cultura, es entonces cuando se inicia el proceso de crianza del pequeño en donde las personas mayores tratarán de ir dando identidad al niño, así como asemejar la personalidad  a los miembros de su cultura. No obstante el niño que nace en una cultura determinada no está limitado a un solo territorio por lo tanto tiene el derecho de compartir con otras culturas.

Es un problema que los grupos indígenas se encuentren sometidos a una explotación la cual los hace estar subordinados.  Ahora bien podemos hablar de cómo un niño que ha nacido dentro de un grupo indígena tiene una posición que automáticamente está  dominado ya que su grupo aun está dentro de un proceso de formación dentro de la minoría de la sociedad.

Es importante mencionar como los niños indígenas aprenden no solamente las normas que dentro de su cultura tienen sino que además aprenden las del resto de la sociedad. Dentro de la cultura de los indígenas las normas  y los reglamentos que los padres tienen hacia sus hijos son sobresalientes y generalmente se fundamentan en la costumbre.

Niños indígenas en Michoacán

Durante el proceso de socialización el niño va adquiriendo valores, aprendizajes que van de acuerdo a la formación de su personalidad esto hace que el niño sea de una o de otra manera. Aquí entran diversos factores como es el juego, la familia y la escuela.

Una familia indígena con muchos hijos es considerada como una familia rica ya que tanto el hombre como la mujer esperan que sus hijos sean auxiliares y sustitutos en los diferentes trabajos que ejercen los padres.

Por otra parte la escuela ejerce en el niño una agencia de socialización y de vinculación de valores así como la transmisión de conocimientos, técnicas y artes.

Es importante mencionar cómo los niños indígenas muchas veces son discriminados, por otros niños de su misma edad pero que pertenecen a otro “estatus social” o por la mismos padres de estos niños ya que se ejerce una ideología de su grupo basada en la supuesta superioridad social. Por lo tanto su constante actitud será de señalar a los niños como ignorantes tontos y sucios, es decir que seguirá siendo la continuación de la discriminación de generaciones que han pasado a lo largo de la historia.   Por su parte los niños indígenas se van sintiendo menos y esto provoca muchas veces que prefiera dejar sus raíces pretendiendo buscar un mejor “estatus social”.

Me doy cuenta de que nosotros como futuros maestros tenemos que tratar de interesarnos por todos los niños ya sean indígenas o no, nuestra actitud es la que tiene que cambiar ante los retos que se presentan en la vida.  No quiero pasar desapercibido el hecho de estar dispuestos siempre a la apertura para aceptar el lugar donde nos manden ya sea una ciudad o un pueblo en el cual estemos dispuestos a trabajar con alegría buscando siempre el bien común, aceptando las costumbres sin pretender cambiar a las personas más bien abrirnos al cambio.

Quiero terminar con la frase “El ser no vale por lo que tiene sino por lo que es “. Basta de juzgar a las personas empezamos por aceptarlas tal como son, la diversidad enriquece.