Sociedades por la Educación en todo el mundo

jueves, 20 de septiembre de 2012

“¿POR QUÉ ESCRIBIR SOBRE MI PRÁCTICA DOCENTE?”

“¿POR QUÉ ESCRIBIR SOBRE MI PRÁCTICA DOCENTE?”
                   
                         En el siglo XXI podemos observar con gran asombro como la globalización está influyendo en nuestra sociedad, economía, cultura, política, ciencia, tecnología, la educación, etc. Al analizar todos estos cambios vertiginosos que están produciéndose, nos damos cuenta que la educación siempre seguirá jugando un papel muy importante y que cada docente tiene en sus manos el futuro de los niños y jóvenes en su quehacer educativo.

Pero bien vale la pena preguntarnos ¿Cómo serían nuestras sociedades  sin la educación? Lo más seguro, es que volverían a sumirse en un estado primario después  de pocos años. Dependemos de la educación ineludiblemente  para asegurar un contingente de médicos, ingenieros, científicos y profesores, y lo más importante para asegurar a todos los miembros de la sociedad unos buenos fundamentos de conocimientos y capacidades básicas. La educación como factor esencial  contribuye al desarrollo, que es algo que no tiene discusión alguna.

Es necesario que nosotros los  docentes descubramos que nuestra tarea es ardua cuando se trata de orientar el aprendizaje de los alumnos permitiéndoles ser capaces de enfrentar la realidad que les rodea  siendo críticos, creadores, constructores  de su propio aprendizaje logrando desarrollar habilidades tales como: la reflexión, análisis, síntesis crítica, innovación y creatividad (competencias).

Así  pues recreo que mi práctica docente, se caracteriza por comprender que mis pupilos vienen con un gran auge de conocimientos, habilidades y destrezas las cuales procuro encausar y potencializar más aun de lo que ya están. Que constantemente les invito a la reflexión de sus actos y de su forma de vivir con los demás; (Formación Cívica y Ética) que al igual pretendo de forma consistente se pregunten lo que les enseño para que les va servir (significatividad).

Mi función como docente también intenta o al menos trato de hacerla lo más dinámica posible en cuanto a ellos; para que estén participando, para que creen, para que se muevan, para que compartan, etc. Suelo en varias ocasiones ser muy atento a sus participaciones o contribuciones y atribuirles lo buenas que estas son esto para propiciar en ellos más autonomía y confianza.
Y también para mi algo muy importante que hago y me gusta que surja entre las clases mismas; es la fuente del error ya que mediante ésta hago notar una fuente de aprendizaje para todos y que de ello se aprenda para no volverse a cometer.

Finalmente es indispensable lograr que nuestros alumnos encuentren ese gusto por aprender y que ese aprendizaje sea transferido a situaciones propias de la vida cotidiana, (aprendizajes significativos) que la disponibilidad y el proceso los lleve a la elaboración de nuevos aprendizajes y a atribuir el sentido a lo que aprenden; así pues que todo lo que aprendan y hagan le vean su retribución positiva.

Les comparto un ejercicio que hicimos sobre nuestra práctica docente, vale la pena reflexionar sobre la misma ¿Qué tipo de maestros somos?  

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