El liderazgo es un elemento esencial
que conlleva la práctica docente, sin embargo no todos los que trabajamos en
ella estamos dispuestos a marcar esa diferencia con los alumnos y llegar a ser
un buen líder para nuestros estudiantes.
El liderazgo pedagógico es esencialmente
una manifestación de la autoridad moral del profesorado con respecto a sus
alumnos.
Un líder es un profesor, una persona
que se gana la confianza y el respeto de sus estudiantes como consecuencia de
sus actitudes y comportamientos. La confianza
y el respeto abren las puertas de comunicación de doble vía, haciendo posible
la realización de objetivos comunes.
El liderazgo, es una energía básica y
la capacidad para servir a los demás, a los estudiantes y a la sociedad en
general, facilitan a su vez la transformación de estos últimos en líderes y su conversión
en auténticos agentes de cambio.
Los maestros (as) auténticos lideres
son innovadores, capaces de anticipar el futuro y de pensar soluciones a
problemas nuevos. Tienen la capacidad para comunicar ideas y entusiasmo, para convencer
e influir en los estudiantes, logreando en su gestión el compromiso y participación
efectiva de estos. Así mismos, infunden confianza
y creen en las capacidades de los estudiantes para hacer posible el funcionamiento del grupo
estudiantil.
El liderazgo en Psicología Social, esta formado por un conjunto de habilidades
conductuales que la mayoría de las personas puede aprender.
El docente líder crea situaciones
positivas y ambiente favorable donde se logre:
*Comprensión
*Unidad
*Defender la identidad cultural
*Promover participación
*Preservar la integridad, cumplimiento
de normas y valores
*Generar cambios de mentalidad
*Consolidar los cambios logrados.
Y sin olvidar el docente tiene que
estar en plena disposición al cambio.
Cabe mencionar que un buen líder tiene y
requiere de un estilo que le permita imprimir en su trabajo docente algo que le
marque su manera de guiar a sus educandos, para conducirlos al cumplimiento de los
objetivos instructivos y educativos.
En el estilo influyen la experiencia y
edad, el carácter y personalidad, el nivel científico y cultural y la
inteligencia. La diferencia esta en ese algo mas que se aporta, ese plus, y se
logra un estilo adecuado.
Un buen estilo se basa en la relación entre
el docente y el alumno, así como, en el cumplimiento óptimo de los objetivos.
Ahora bien cuantos de nosotros
realmente estamos dispuestos a trabajar en si mismos para lograr ser un
verdadero líder para nuestros alumnos?
Quieres
comprobar si de verdad eres un DOCENTE LIDER? Aquí están unos manifiestos que te pueden servir de guía.
1).- Sabes con exactitud cuales son
tus metas en cada actividad que desarrollas. Sabes bien hacia donde te diriges.
3).- Cuando estas al frente de un
grupo y lo conoces, prefieres dar autonomía a tus dirigidos en la toma de
decisiones.
5).- Tu comportamiento esta fundado en
valores y creencias claras.
7).- Tu actitud ante las decisiones
importantes es de tomar riesgos porque no le temes a equivocarte.
9).- Consigues que la gente que te rodea siga tus
iniciativas con facilidad sin tener que luchar demasiado para persuadirlos.
1).- Disfrutas lo que haces y
transmites a los que te rodean ilusión e interés.
3).- Hablar en publico no te resulta
incomodo, mas bien te agrada exponer tus puntos de vista en publico.
5).- Cuando te equivocas analizas el
porque y te pones en la tarea de comparar el error y ofrecer soluciones.
7).- Cuando alguien te sugiere algo
acerca de tu trabajo generalmente lo escuchas y analizas si es valedera o no,
porque sabes que podría ser útil.
Ahora, a trabajar en todo aquello que nos hace falta para realizar un excelente papel como docente.
“No
hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero sirve para
ganarse la vida; la sabiduría nos ayuda
a vivir.”
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