Compañeros les comparto la siguiente información con el fin de entablar un diálogo en el cual establezcamos una postura acerca de los paradigmas que consideren deben aplicarse en la educación actual. Mi postura es una interrelación de todos, pero con predominio del Paradigma Humanista.
Caracterización del Paradigma Humanista
El paradigma humanista es un complejo mosaico de facciones dadas las diferencias
existentes entre los diversos autores adeptos a él.
Si bien, como revisamos en los capítulos anteriores, los conductistas se han interesado por
las actitudes observables (y los cognitivos por los procesos cognitivos inobservables), las
proyecciones del paradigma psicoeducativo han venido a llenar un hueco que los otros no
han atendido con el debido rigor que se merece: el dominio socioafectivo y las
relaciones interpersonales.
Las aplicaciones del paradigma humanista, como en el caso conductista, sin duda se
encuentran reguladas por la hipótesis de extrapolación-traducción, puesto que los planes y
los esquemas teóricos elaborados por los adeptos al paradigma (a partir de la experiencia
clínica y la reflexión) han sido practicados en el ámbito educativo, haciendo sólo ajustes
inmediatos de acuerdo con dicho contexto de aplicación. La investigación psicoeducativa
realizada desde la perspectiva de este enfoque en general está orientada a la refinación y
validación de prácticas derivadas del paradigma, pero escasamente a la generación de
conocimiento innovador como en el caso de la perspectiva cognitiva.
No obstante, el paradigma es de una importancia histórica enorme, en tanto que ha
señalado las carencias de las prácticas educativas y de los campos de aplicación de los
otros enfoques por lo que éstos (por ejemplo el caso conductista y el cognitivo), se han
visto precisados a reconsiderar críticamente algunas de sus posturas, para ampliar sus
horizontes de aplicación.
ANTECEDENTES
Aunque se dice que el humanismo tiene antecedentes remotos en los escritos de algunos
filósofos como Aristóteles, encontramos también en filósofos del renacimiento, Leibnitz,
Kierkegaard, Sartre etc., sin embargo como paradigma de la disciplina psicológica nace
poco después de mediados del presente siglo (aunque con un periodo de gestación de
más de 10 años; véase Hamachek, 1987; Villegas, 1986).
OBJETIVOS
Al finalizar el capítulo, el alumno:
1) Analizará las características del paradigma humanista.
2) Analizará las proyecciones de aplicación del paradigma cognitivo al campo educativo.
HERNÁNDEZ Rojas Gerardo. Módulo Fundamentos del Desarrollo de la Tecnología Educativa (Bases
Psicopedagógicas). Coordinador: Frida Díaz Barriga Arceo. México: Editado por ILCE- OEA 1997.
En la década de los cincuenta en Estados Unidos como sabemos, predominaban dos
escuelas u orientaciones en la psicología: el enfoque conductista y la corriente
psicoanalítica. La primera de ellas interesada en el estudio de los determinantes
ambientales de la conducta, y la segunda con una propuesta idealista basada en la noción
del inconsciente y los instintos biológicos. Dentro de este contexto, la psicología humanista
nace con la "tercera fuerza" alternativa a las otras dos. Según algunos de los pioneros de
este movimiento, se pretendía desarrollar una nueva orientación en psicología que fuera
antireduccionista en las explicaciones de los procesos psicológicos atribuidos a factores
externos (conductismo) o a conceptos biologicistas innatos (freudismo), sino por lo
contrario, que se centrara en el estudio de los seres humanos como totalidades dinámicas
y autoactualizantes en relación con un contexto interpersonal.
Otros factores que sin duda influyeron notablemente en el surgimiento de este paradigma
fueron los de orden histórico y sociocultural que regían por dichos años, en Estados
Unidos en particular. El zeitgeist (clima cultural de la época) en que se encontraba el país
después de dos guerras mundiales era de apertura hacia nuevas formas de actitudes y
pensamiento que rompieran con la represión militar y sexual, con una moral superficial y
con la deshumanización propia de la sociedad industrial. De modo que una postura
alternativa en psicología como la humanista, centrada en el estudio psicológico del y para
el hombre, tenía un marco propicio para su desarrollo.
El movimiento creció aceleradamente desde finales de los años cincuenta y toda la década
de los sesenta, influyendo no sólo en el ámbito académico de la disciplina sino en otras
esferas del saber humano (véase el Movimiento del Potencial Humano v. Villegas, 1986).
Algunos de los principales promotores y divulgadores de la corriente por esos años, fueron
A. Maslow (a quien se considera como el padre del movimiento), G. Allport, G. Moustakas,
G. Murphy y C. Rogers. Se dice que estos fundadores y continuadores de la corriente
humanista, se vieron fuertemente influidos por la filosofía existencialista y la corriente de
la fenomenología, aunque algunos autores (Villegas, 1986) señalan que la influencia de
estas filosofías es más bien relativa sólo en algunos autores del movimiento.
La psicología humanista representa una matriz disciplinar, no monolítica, con diferentes
tendencias dentro de la misma. No obstante, se considera que tiene una identidad propia
debido a ciertos principios filosóficos y teóricos comunes por los promotores del
movimiento. Sin duda el campo de estudio principal de la psicología humanista se mueve
dentro del ámbito de la psicología clínica (en el estudio de los problemas y patologías
psicológicos y particularmente en la propuesta de modelos teóricos-terapeúticos), pero
también se han desarrollado aplicaciones en otras áreas como son la psicología del trabajo
y de la educación.
PROBLEMÁTICA
El espacio de problemas básico, en torno del cual giran la gran mayoría de los trabajos y
teorización humanista es el que se refiere a los procesos integrales de la persona. La
personalidad humana se concibe como una organización que está en proceso continuo de
desarrollo. En este sentido, como hemos dicho, cualquier tendencia reduccionista es
inmediatamente negada para los propulsores de la corriente. De igual manera hay que
HERNÁNDEZ Rojas Gerardo. Módulo Fundamentos del Desarrollo de la Tecnología Educativa (Bases
Psicopedagógicas). Coordinador: Frida Díaz Barriga Arceo. México: Editado por ILCE- OEA 1997.
considerar que la persona, para ser explicada y comprendida en forma adecuada, debe ser
estudiada en su contexto interpersonal y social. No obstante, las explicaciones ponen al
sujeto o a la persona como fuente del desenvolvimiento personal integral.
FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS
Es difícil hacer una caracterización epistemológica de una corriente tan difusa como la que
estamos tratando; empero, intentaremos exponer algunos supuestos del enfoque que a
nosotros nos parecen sustanciales, pero que sin duda pueden no ser compartidos por
otros.
En primer lugar, debemos señalar que la corriente se inserta dentro de las orientaciones
filosóficas que se han preocupado por entender la naturaleza y la existencia humana, tales
como el existencialismo y la fenomenología. De estas aproximaciones, algunos autores del
paradigma han retornado algunas de sus concepciones y las han asimilado al movimiento.
Del existencialismo se ha incorporado, la idea de que el ser humano crea su persona por
las propias elecciones o decisiones que va tomando (como lo diría el propio J. P. Sartre
"yo soy mis elecciones"). El hombre es entendido como un ser en libertad (en tanto que
existe), independientemente de las condiciones en las que vive. Según Morris (1966), para
decirlo brevemente, los pilares de la posición existencialista pueden resumirse en:
1) Yo soy un agente electivo, incapaz de evitar elegir mi destino.
2) Soy un agente libre, absolutamente libre para establecer mis metas de vida.
3) Soy un agente responsable de mis propias elecciones.
La fenomenología es la corriente filosófica que se centra en el estudio de la percepción
externa o interna como un acontecimiento subjetivo, sin ningún tipo de apriori. Los seres
humanos se conducen a través de sus propias percepciones subjetivas y en esencia, desde
el punto de vista fenomenológico, la gente responde no a un ambiente objetivo, sino al
ambiente tal y como ellos lo perciben y lo comprenden. En este sentido, también desde la
perspectiva fenomenológica, para estudiar al otro en sus procesos psicológicos, es
necesario comprender la problemática desde su punto de vista (tal como la percibe) y no
desde otro extremo (el del examinador que lo pretende estudiar).
A partir de las concepciones filosóficas de estos dos grandes sistemas y de las propias
teorizaciones y análisis de los psicólogos humanistas, éstos últimos han desarrollado un
marco teórico o integrativo que esquematizaremos en forma resumida a continuación.
SUPUESTOS TEÓRICOS
De acuerdo con Bugental (1965) y Villegas (1986), podemos distinguir algunos postulados
fundamentales, comunes a la gran mayoría de los psicólogos humanistas:
1 El ser humano es una totalidad que excede a la suma de sus partes. El énfasis holista de
la psicología humanista lo distingue claramente de otras posturas atomistas o
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Psicopedagógicas). Coordinador: Frida Díaz Barriga Arceo. México: Editado por ILCE- OEA 1997.
reduccionistas como el conductismo. Para explicar y comprender al ser humano, debemos
estudiar a éste en su totalidad y no fragmentario en una serie de procesos psicológicos.
2. El hombre tiende en forma natural hacia su autorrealización. Existe una tendencia
autoactualizante o formativa en el hombre (por ejemplo, Goldstein y Rogers), que a pesar
de condiciones poco favorables de vida, le conduce incesantemente a autodeterminarse,
autorrealizarse y trascender.
3. El hombre es un ser en contexto humano. Vive en relación con otras personas y esto
constituye una característica inherente de su naturaleza
4. El hombre es consciente de sí mismo y de su existencia. Las personas se conducen en
el presente de acuerdo con lo que fueron en el pasado y preparados para vivir un futuro.
5. El hombre tiene facultades para decidir. El ser humano tiene libertad y conciencia
propia para tomar sus propias elecciones y decisiones, por tanto es un ente activo y
constructor de su propia vida.
6 El hombre es intencional. Los actos volitivos o intencionales de la persona se reflejan en
sus propias decisiones o elecciones. El hombre a través de sus intenciones, propósitos y
actos volitivos estructura una identidad personal que lo distingue de los otros.
PRESCRIPCIONES METODOLÓGICAS
Son muy reconocidas las críticas de los psicólogos humanistas a las metodologías y
concepciones de la ciencia de los otros paradigmas en psicología (concretamente la
metodología conductista, con su estrechez metodológica basada en la experimentación y
el control a ultranza). La mayor parte de las energías de los humanistas, la han encauzado
a señalar las limitaciones de esta metodología positivista y reduccionista y bien poco han
escrito sobre una posible alternativa metodológica. De hecho, dado que la aproximación
humanista es un mosaico de tendencias, no existe una metodología única y válida para
todos los adeptos y esto quizá constituya una de sus principales carencias, que pueda
tener un significado decisivo en la vida del paradigma. (Villegas, 1986). No obstante,
podemos encontrar algunos concepciones metodológicas, dentro de los escritos de los
humanistas, que podrían darnos una idea más o menos clara de hacia dónde podría irse
configurando una alternativa metodológica congruente con la postura epistemológicateórica
que ellos sustentan, a saber:
1. El enfoque holista en el estudio de los procesos psicológicos. Maslow (1970, citado por
Villegas, 1986) señala que el método holístico debe ser el utilizado por los humanistas,
puesto que es mucho más adecuado que el analítico reduccionista, para el estudio de los
procesos psicológicos
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