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lunes, 18 de febrero de 2013

PARADIGMA HUMANISTA


Compañeros les comparto la siguiente información con el fin de entablar un diálogo en el cual establezcamos una postura acerca de los paradigmas que consideren deben aplicarse en la educación actual. Mi postura es una interrelación de todos, pero con predominio del Paradigma Humanista.

Caracterización del Paradigma Humanista


El paradigma humanista es un complejo mosaico de facciones dadas las diferencias

existentes entre los diversos autores adeptos a él.

Si bien, como revisamos en los capítulos anteriores, los conductistas se han interesado por

las actitudes observables (y los cognitivos por los procesos cognitivos inobservables), las

proyecciones del paradigma psicoeducativo han venido a llenar un hueco que los otros no

han atendido con el debido rigor que se merece: el dominio socioafectivo y las

relaciones interpersonales.

Las aplicaciones del paradigma humanista, como en el caso conductista, sin duda se

encuentran reguladas por la hipótesis de extrapolación-traducción, puesto que los planes y

los esquemas teóricos elaborados por los adeptos al paradigma (a partir de la experiencia

clínica y la reflexión) han sido practicados en el ámbito educativo, haciendo sólo ajustes

inmediatos de acuerdo con dicho contexto de aplicación. La investigación psicoeducativa

realizada desde la perspectiva de este enfoque en general está orientada a la refinación y

validación de prácticas derivadas del paradigma, pero escasamente a la generación de

conocimiento innovador como en el caso de la perspectiva cognitiva.

No obstante, el paradigma es de una importancia histórica enorme, en tanto que ha

señalado las carencias de las prácticas educativas y de los campos de aplicación de los

otros enfoques por lo que éstos (por ejemplo el caso conductista y el cognitivo), se han

visto precisados a reconsiderar críticamente algunas de sus posturas, para ampliar sus

horizontes de aplicación.

ANTECEDENTES

Aunque se dice que el humanismo tiene antecedentes remotos en los escritos de algunos

filósofos como Aristóteles, encontramos también en filósofos del renacimiento, Leibnitz,

Kierkegaard, Sartre etc., sin embargo como paradigma de la disciplina psicológica nace

poco después de mediados del presente siglo (aunque con un periodo de gestación de

más de 10 años; véase Hamachek, 1987; Villegas, 1986).

OBJETIVOS


Al finalizar el capítulo, el alumno:

1) Analizará las características del paradigma humanista.

2) Analizará las proyecciones de aplicación del paradigma cognitivo al campo educativo.

HERNÁNDEZ Rojas Gerardo. Módulo Fundamentos del Desarrollo de la Tecnología Educativa (Bases

Psicopedagógicas). Coordinador: Frida Díaz Barriga Arceo. México: Editado por ILCE- OEA 1997.

En la década de los cincuenta en Estados Unidos como sabemos, predominaban dos

escuelas u orientaciones en la psicología: el enfoque conductista y la corriente

psicoanalítica. La primera de ellas interesada en el estudio de los determinantes

ambientales de la conducta, y la segunda con una propuesta idealista basada en la noción

del inconsciente y los instintos biológicos. Dentro de este contexto, la psicología humanista

nace con la "tercera fuerza" alternativa a las otras dos. Según algunos de los pioneros de

este movimiento, se pretendía desarrollar una nueva orientación en psicología que fuera

antireduccionista en las explicaciones de los procesos psicológicos atribuidos a factores

externos (conductismo) o a conceptos biologicistas innatos (freudismo), sino por lo

contrario, que se centrara en el estudio de los seres humanos como totalidades dinámicas

y autoactualizantes en relación con un contexto interpersonal.

Otros factores que sin duda influyeron notablemente en el surgimiento de este paradigma

fueron los de orden histórico y sociocultural que regían por dichos años, en Estados

Unidos en particular. El zeitgeist (clima cultural de la época) en que se encontraba el país

después de dos guerras mundiales era de apertura hacia nuevas formas de actitudes y

pensamiento que rompieran con la represión militar y sexual, con una moral superficial y

con la deshumanización propia de la sociedad industrial. De modo que una postura

alternativa en psicología como la humanista, centrada en el estudio psicológico del y para

el hombre, tenía un marco propicio para su desarrollo.

El movimiento creció aceleradamente desde finales de los años cincuenta y toda la década

de los sesenta, influyendo no sólo en el ámbito académico de la disciplina sino en otras

esferas del saber humano (véase el Movimiento del Potencial Humano v. Villegas, 1986).

Algunos de los principales promotores y divulgadores de la corriente por esos años, fueron

A. Maslow (a quien se considera como el padre del movimiento), G. Allport, G. Moustakas,

G. Murphy y C. Rogers. Se dice que estos fundadores y continuadores de la corriente

humanista, se vieron fuertemente influidos por la filosofía existencialista y la corriente de

la fenomenología, aunque algunos autores (Villegas, 1986) señalan que la influencia de

estas filosofías es más bien relativa sólo en algunos autores del movimiento.

La psicología humanista representa una matriz disciplinar, no monolítica, con diferentes

tendencias dentro de la misma. No obstante, se considera que tiene una identidad propia

debido a ciertos principios filosóficos y teóricos comunes por los promotores del

movimiento. Sin duda el campo de estudio principal de la psicología humanista se mueve

dentro del ámbito de la psicología clínica (en el estudio de los problemas y patologías

psicológicos y particularmente en la propuesta de modelos teóricos-terapeúticos), pero

también se han desarrollado aplicaciones en otras áreas como son la psicología del trabajo

y de la educación.

PROBLEMÁTICA


El espacio de problemas básico, en torno del cual giran la gran mayoría de los trabajos y

teorización humanista es el que se refiere a los procesos integrales de la persona. La

personalidad humana se concibe como una organización que está en proceso continuo de

desarrollo. En este sentido, como hemos dicho, cualquier tendencia reduccionista es

inmediatamente negada para los propulsores de la corriente. De igual manera hay que

HERNÁNDEZ Rojas Gerardo. Módulo Fundamentos del Desarrollo de la Tecnología Educativa (Bases

Psicopedagógicas). Coordinador: Frida Díaz Barriga Arceo. México: Editado por ILCE- OEA 1997.

considerar que la persona, para ser explicada y comprendida en forma adecuada, debe ser

estudiada en su contexto interpersonal y social. No obstante, las explicaciones ponen al

sujeto o a la persona como fuente del desenvolvimiento personal integral.



 FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS

Es difícil hacer una caracterización epistemológica de una corriente tan difusa como la que

estamos tratando; empero, intentaremos exponer algunos supuestos del enfoque que a

nosotros nos parecen sustanciales, pero que sin duda pueden no ser compartidos por

otros.

En primer lugar, debemos señalar que la corriente se inserta dentro de las orientaciones

filosóficas que se han preocupado por entender la naturaleza y la existencia humana, tales

como el existencialismo y la fenomenología. De estas aproximaciones, algunos autores del

paradigma han retornado algunas de sus concepciones y las han asimilado al movimiento.

Del existencialismo se ha incorporado, la idea de que el ser humano crea su persona por

las propias elecciones o decisiones que va tomando (como lo diría el propio J. P. Sartre

"yo soy mis elecciones"). El hombre es entendido como un ser en libertad (en tanto que

existe), independientemente de las condiciones en las que vive. Según Morris (1966), para

decirlo brevemente, los pilares de la posición existencialista pueden resumirse en:

1) Yo soy un agente electivo, incapaz de evitar elegir mi destino.

2) Soy un agente libre, absolutamente libre para establecer mis metas de vida.

3) Soy un agente responsable de mis propias elecciones.

La fenomenología es la corriente filosófica que se centra en el estudio de la percepción

externa o interna como un acontecimiento subjetivo, sin ningún tipo de apriori. Los seres

humanos se conducen a través de sus propias percepciones subjetivas y en esencia, desde

el punto de vista fenomenológico, la gente responde no a un ambiente objetivo, sino al

ambiente tal y como ellos lo perciben y lo comprenden. En este sentido, también desde la

perspectiva fenomenológica, para estudiar al otro en sus procesos psicológicos, es

necesario comprender la problemática desde su punto de vista (tal como la percibe) y no

desde otro extremo (el del examinador que lo pretende estudiar).

A partir de las concepciones filosóficas de estos dos grandes sistemas y de las propias

teorizaciones y análisis de los psicólogos humanistas, éstos últimos han desarrollado un

marco teórico o integrativo que esquematizaremos en forma resumida a continuación.

 SUPUESTOS TEÓRICOS

De acuerdo con Bugental (1965) y Villegas (1986), podemos distinguir algunos postulados

fundamentales, comunes a la gran mayoría de los psicólogos humanistas:

1 El ser humano es una totalidad que excede a la suma de sus partes. El énfasis holista de

la psicología humanista lo distingue claramente de otras posturas atomistas o

HERNÁNDEZ Rojas Gerardo. Módulo Fundamentos del Desarrollo de la Tecnología Educativa (Bases

Psicopedagógicas). Coordinador: Frida Díaz Barriga Arceo. México: Editado por ILCE- OEA 1997.

reduccionistas como el conductismo. Para explicar y comprender al ser humano, debemos

estudiar a éste en su totalidad y no fragmentario en una serie de procesos psicológicos.

2. El hombre tiende en forma natural hacia su autorrealización. Existe una tendencia

autoactualizante o formativa en el hombre (por ejemplo, Goldstein y Rogers), que a pesar

de condiciones poco favorables de vida, le conduce incesantemente a autodeterminarse,

autorrealizarse y trascender.

3. El hombre es un ser en contexto humano. Vive en relación con otras personas y esto

constituye una característica inherente de su naturaleza

4. El hombre es consciente de sí mismo y de su existencia. Las personas se conducen en

el presente de acuerdo con lo que fueron en el pasado y preparados para vivir un futuro.

5. El hombre tiene facultades para decidir. El ser humano tiene libertad y conciencia

propia para tomar sus propias elecciones y decisiones, por tanto es un ente activo y

constructor de su propia vida.

6 El hombre es intencional. Los actos volitivos o intencionales de la persona se reflejan en

sus propias decisiones o elecciones. El hombre a través de sus intenciones, propósitos y

actos volitivos estructura una identidad personal que lo distingue de los otros.

 PRESCRIPCIONES METODOLÓGICAS

Son muy reconocidas las críticas de los psicólogos humanistas a las metodologías y

concepciones de la ciencia de los otros paradigmas en psicología (concretamente la

metodología conductista, con su estrechez metodológica basada en la experimentación y

el control a ultranza). La mayor parte de las energías de los humanistas, la han encauzado

a señalar las limitaciones de esta metodología positivista y reduccionista y bien poco han

escrito sobre una posible alternativa metodológica. De hecho, dado que la aproximación

humanista es un mosaico de tendencias, no existe una metodología única y válida para

todos los adeptos y esto quizá constituya una de sus principales carencias, que pueda

tener un significado decisivo en la vida del paradigma. (Villegas, 1986). No obstante,

podemos encontrar algunos concepciones metodológicas, dentro de los escritos de los

humanistas, que podrían darnos una idea más o menos clara de hacia dónde podría irse

configurando una alternativa metodológica congruente con la postura epistemológicateórica

que ellos sustentan, a saber:

1. El enfoque holista en el estudio de los procesos psicológicos. Maslow (1970, citado por

Villegas, 1986) señala que el método holístico debe ser el utilizado por los humanistas,

puesto que es mucho más adecuado que el analítico reduccionista, para el estudio de los

procesos psicológicos

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